Necesito hacerte un dibujo para explicarte lo que pasó.
No te asustes, te aclaro que pasó según aquella
definición del humor de Kant.
definición del humor de Kant.
Estas paralelas son la avenida.
Acá en la derecha, la puerta del taller
donde entré con el mío,
bien enfrente había otro, paradito.
Acá en la derecha, la puerta del taller
donde entré con el mío,
bien enfrente había otro, paradito.
Podría haber pasado de todo
a partir de la casi
nada que pasó
desde roturas materiales menores
hasta mayores con graves lesiones o muerte
de alguien, de algunos.
Y a partir de eso tanto hubiera cambiado, por lo menos
largo tiempo, sobre todo con un muerto o lisiado a cuestas.
Seguro, abogado, taller, hospital, la culpa.
Porque mentira que es lo mismo
sino te pasa a vos.
Quedó todo en el nóumeno por suerte.
Bajé confiado en la planicie del galpón intuida a priori
¿qué pasó con mi estética trascendental?
Bajé sin dejarlo en cambio.
Vengo hacerle alineación y balanceo, dije suelto.
Y el tipo, con la nariz de índice: Ahí se te va el auto.
¿qué pasó con mi estética trascendental?
Bajé sin dejarlo en cambio.
Vengo hacerle alineación y balanceo, dije suelto.
Y el tipo, con la nariz de índice: Ahí se te va el auto.
Y mi Fiat blanco iba, en reversa solito, cruzando la avenida.
Fiat blanco en soledad reversa
cruzando
solito la avenida
y justo nadie
y justo porque levemente dirección virada apenas
esquivó el de bien enfrente, el paradito.
A veces no pasa nada
pero quiero contarte cómo
no pasa nada.
Porque la nada puede ser increíble.
Podría haber sido un haiku:
Mi coche solo
cruzando la avenida
justo sin nadie.
justo sin nadie.
Generalmente, si pasa en grande, o en notorio, así sea en pequeño
más o menos épico o lírico, según deseo
superromántico, politerario desde
batallas o catástrofes
a ráfagas contemplativas, escribimos
buscando sonar, pluridecir, saber.
Y luego sí, alineación y balanceo. Así
como levantan el auto para mirar el tren
levantamos el poema en voz alta para ver
cómo tiembla lo que tiene que temblar
cómo suena lo que tiene que sonar
y lo que no, qué debe
quedar firme
para que el verso o el auto
viaje serenito y célere por los caminos del mundo.
Y agregó el de la nariz bajo el auto ya en alto
mientras aún me agarraba la cabeza, mirá
antes de alinear y balancear te conviene
cambiar los precaps y esta rótula,
la del lado del conductor,
que no se tiene que mover así.
3 comentarios:
Martín, qué suerte que no pasó nada, o mejor dicho, que pasó tu poema: me encantó y eso porque hablás con la comparación de alineado y balanceo que necesita el poema para decirse, para conducirse como un auto, para no chocarse, en equilibrio con el mundo. Un abrazo.
puchetón!!! enorme poema para el poetamóvil... ese auto es un haiku, es más bien un pie quebrado, todo sonoro él, casi con vida propia. tan propia que se negó a que lo miren de abajo y por eso salió corriendo.
fede torres
Es que el fiat (Uno y Trino), quedó encantado de llevar y traer mágicos poetas como ustedes, Federío Torriva. Por eso se ahaikusa y se ablasfema para liberarse de su autor...
cabrazo, amigones!!
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