El paraíso balbucea con el viento
se hace a la idea de una mente de luz.
El humo de los pastizales en mis ojos los ojos de los pájaros
el vidrear suspendido de esas voces.
Entra a mi sueño un aguacil y me despierta
mis padres ya duermen y salgo del cuarto.
El paraíso del fondo es un ángel paciente
en el infierno de la siesta el equilibrio del verde.
En sus ramas me espero de niño
una bolillita hacia la luna del corazón.
Desde ese paraíso se chista un cariño
una música al ras del silencio.
Desde ese paraíso el paisaje es la forma en que me envuelves
mirar o mirarte: una ceremonia transparente.
Desde ese niño te quiero con más tiempo
Desde ese niño en el árbol esta vida se encauza
se descubre canción.
(de Podría haber sido un haiku)
No hay comentarios:
Publicar un comentario